miércoles, octubre 11, 2006

Nunca un tono de voz me estremeció con tanta luz...
apenas puedo esbozar palabras,
porque mis labios solo sonríen.

Imagino tu calidez en complicidad con la brisa chiquitana,
que enciende y complica mi tedio mi tedio y cotidianidad.

Consuelo no tengo al imaginarme y pensarte.
Espacios no hallo, para entenderme y ordenarme.
Nostalgias me sobran, pero las evado y se remiten...
Olvidos siempre queridos
y como nunca los siento perdidos.

Respiro humedades y atardeceres
y mis poros derrochan kiries y violines.

Mis sueños son hoy en barroco mestizo...

1 comentario:

Rolando Ramírez Villarroel, MD dijo...

Confieso que al sentir el olvido,
quiero apartar de mi mente,
ilusiones que están ahí.

El deseo de estar junto a ti,
para tomarte en brazos
y sentir en los labios toda tu miel,
no se extinguió.

Deseos que cada noche,
quedan en la almohada junto a mi.